Por Gaspar Contreras

La palabra ‘tiranía’ viene del latín “tyrannia” que significa “regla de un tirano” y un tirano es un “maestro [amo] cruel”. Al respecto, el filósofo francés Montesquieu escribe: “Cuando uno busca tan extremadamente los medios de hacerse temer, encuentra antes siempre el medio de hacerse odiar”.

La madrugada del sábado, más de veinte facciones armadas palestinas, entre ellas Hamás, iniciaron una operación militar sobre los asentamientos ilegales israelíes ubicados en los territorios palestinos ocupados. La operación denominada “Diluvio de Al-Aqsa” consistió una ofensiva coordinada sobre los asentamientos ilegales israelíes y los puestos de control militar que bordean la Franja de Gaza.

Las incursiones palestinas emplearon explosivos y maquinaría para atravesar las vallas militares que rodean toda la Franja, pero lo más impresionante fue la infiltración de combatientes en el territorio controlado por Israel a través del aire. Equipados con parapentes y un pequeño vehículo con un ventilador montado sobrevolaron los cercos. Lo que les permitió tomar por sorpresa a los efectivos hebreos, que no manejaban información alguna respecto a los preparativos ni al desarrollo de la operación en uno de los puntos más fortificados sobre territorio palestino.

También se pudo observar a la población palestina siendo partícipe del derribo de los cercos, recorriendo en masa los alrededores de los mismos ahora sin la presencia de militares hebreos. El medio ‘Middle East Eye’ dio a conocer el relato de uno de sus periodistas al momento de cruzar las rejas derribadas: “Estábamos profundamente impresionados mientras caminábamos por los alrededores, libres, en nuestra tierra, fuera de la prisión de Gaza” relata. “He vivido toda mi vida bajo asedio, he cubierto todos los eventos, guerras y las marchas de regreso, todo lo relacionado a la Franja de Gaza. Pero esta fue la primera vez que sentí libertad.”

La ofensiva palestina tuvo como resultado la expulsión de colonos israelíes residentes de los asentamientos ilegales, la destrucción de equipos, vehículos blindados de alta tecnología y bases militares hebreas. También se realizaron ataques con misiles hacia las ciudades de Israel, que, pese a contar con el sistema de defensa antiaérea ‘Domo de Hierro’, el cual es catalogado por Estados Unidos e Israel como uno de los mejores del mundo, fue atravesado por momentos dada la magnitud de la ofensiva.

Durante la mañana de hoy, Yoav Gallant, ministro de defensa israelí manifestó: “Nadie entrará y nadie saldrá de la Franja de Gaza. Estamos luchando contra animales y actuaremos de manera acorde”, mientras anunciaba que son más de 100.000 los efectivos que están listos para ingresar a tomar la Franja de Gaza por asalto, en represalia por la lucha librada durante estos dos días por los grupos de resistencia palestinos.

Asimismo, Gallant anunció un bloqueo total en Gaza, afirmó que ‘no habrá electricidad, comida ni combustible’.

El nombre de la operación hace referencia a la mezquita Al-Aqsa, ubicada en Jerusalén, la cual es un símbolo de la resistencia palestina y el Islam. Puesto que, los judíos creen que en el complejo de la mezquita se encuentra uno de los primeros templos judíos. A causa de esto, Israel reclama la soberanía del territorio y la administración de la mezquita, pero son muchos los países que no reconocen su derecho al mismo.

¿Cuál ha sido la respuesta de Israel?

Tras los ataques Israel declaró Estado de Guerra, algo insólito si se tiene en cuenta que el gobierno hebreo es bastante cuidadoso con el uso de este término para referirse a conflictos con facciones armadas palestinas. Asimismo, hizo un llamado al ejército de reserva.

Ya durante la noche del sábado, Israel comenzó un bombardeo intenso y constante sobre la Franja de Gaza, al igual que la movilización de una gran cantidad de vehículos blindados hacia las poblaciones palestinas. Se reporta el fallecimiento de familias completas a raíz de los ataques, y otras tantas que han tenido que ser rescatadas de entre los escombros.

Según el Ministerio de Salud de Gaza, en 36 horas, Israel ha asesinado a más de 400 palestinos, entre ellos 91 niños, gran parte de ellos ha muerto en los bombardeos; ha destruido 1210 hogares parcial y completamente; ha destruido 13 edificios residenciales y de gran altura; ha bombardeado 3 escuelas de la ONU y 3 mezquitas. En total son 74.000 personas desplazadas al interior de la Franja de Gaza.

Además, durante la tarde de ayer y la mañana de hoy han circulado vídeos y denuncias diversas sobre ataques de ciudadanos israelíes a palestinos. En Hebrón, los colonos israelíes quemaron a un niño palestino de diez años, quien se encuentra grave en un hospital.

¿Cuáles son las causas?

La opresión económica, militar y social que ejerce Israel sobre Palestina es un hecho conocido a lo largo del globo. Originada hace más de setenta años, desde la creación de Israel y la primera guerra árabe-israelí. Se sustenta en un discurso religioso y étnico para violar las resoluciones de la comunidad internacional que denuncian lo ilegal e ilegítimo de sus políticas expansionistas.

El investigador Nabil Mahmud al-Sahly de la Oficina de Estadística de Palestina en su texto “La transformación demográfica palestina (1948-2005)” da a conocer la situación previa a la creación de Israel, bajo el mandato británico en la región. Los resultados de las estadísticas británicas indicaban que el total de la población de Palestina en 1919 alcanzaba los 700.000 habitantes, creció hasta los 762.000 habitantes en 1921, de los cuales, el 76’9% eran musulmanes, el 10’6% judíos, el 11.6% cristianos y el 0.9% eran de otras confesiones. La población de Palestina siguió creciendo hasta llegar al 1.035.800 habitantes en 1931, de los cuales 619.438 eran musulmanes (59’8%), 174.000 judíos (16’9%), 91.400 cristianos (8’8%) y unos 10.100 que representaban el 1% aproximadamente eran de otras confesiones. El autor indica que el gobierno británico influyó directamente en el aumento de la población judía en la zona, a lo que hay que sumar las oleadas de inmigración de judíos de todo el mundo hacia Palestina. El punto más brutal y decisivo para finalizar la transformación de la región fue la expulsión de más de 850.000 palestinos de sus casas entre los años 1947 a 1948.

Actualmente, sobre la Franja de Gaza se ejerce un bloqueo crudo, esta es una de las zonas más densamente pobladas del mundo, pues en la práctica actúa como campo de concentración. Gran parte de la población vive en una gran pobreza y depende de la ayuda humanitaria.

El bloqueo de Israel actúa en la libertad de desplazamiento, ya que los puestos de control de Israel y las vallas rodean la Franja de Gaza en los 51 kilómetros de frontera que mantiene con Israel; en el comercio, donde se restringe la libre circulación de bienes y servicios de primera necesidad, como el agua y la electricidad; y militarmente, pues la población de allí se ve expuesta a bombardeos e incursiones militares constantes.

Todos los días la población palestina de la Franja de Gaza es sometida a vejámenes en los puestos de control y humillaciones diversas dentro de su territorio, las detenciones ilegales son algo común y no discriminan entre adultos e infantes. A lo que se suma la arbitrariedad en el acceso al territorio ocupado por Israel. Una vez dentro, los palestinos están expuestos a insultos y agresiones por parte de la población judía, pues los medios y las instituciones políticas israelíes han asociado el concepto de Palestina con terrorismo y barbarie para legitimar el discurso sionista.

¿Cómo ha sido la reacción internacional?

Los países y entidades que han manifestado su apoyo a Palestina se encuentran principalmente dentro del mundo islámico, entre ellos se encuentran Irán, Irak, Kuwait, Siria, Pakistán y Qatar, así como la Liga Árabe. Por su parte, Jordania, Egipto, Rusia, Turquía, Arabia Saudita y China han hecho llamados al diálogo y al cese de las hostilidades. Y como es de esperarse, los países occidentales de hemisferio norte han manifestado su apoyo incondicional a su enclave en Medio Oriente, entre ellos se encuentran: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia y Ucrania.

A la cabeza de los países que han brindado su apoyo al gobierno hebreo está como es habitual Estados Unidos, aliado incondicional de Israel, que ha comunicado la movilización de parte de su armada del Mediterráneo a las costas del territorio controlado por Israel.

El secretario de defensa de EE. UU. dijo: “Le aseguré al ministro de defensa israelí el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel”. Además, Estados Unidos “otorgará rápidamente a las Fuerzas de Defensa de Israel equipos y recursos adicionales, incluyendo municiones. El primer paquete de asistencia saldrá hoy y llegará en los próximos días”, afirmó Austin.

La Organización de las Naciones Unidas comunicó a través de su portavoz, António Guterres que “la violencia no puede aportar una solución al conflicto y que sólo mediante la negociación que conduzca a una solución de dos Estados podrá alcanzarse la paz”.

¿Nuevos frentes?

Hasta ahora el conflicto se ha concentrado en la Franja de Gaza y alrededores, pero no se descarta la posibilidad que se expanda a otras regiones del territorio ocupado por Israel. Un posible nuevo frente podría abrirse por el norte, donde se encuentra la frontera con El Líbano. Es un territorio disputado por el grupo armado libanés Hezbolláh y el gobierno de Israel. Hezbolláh manifestó su apoyo a la resistencia palestina, en caso de una invasión sobre Gaza.

Asimismo, durante el día, la escalada de la Franja de Gaza ha encendido protestas entre los palestinos de Cisjordania y Jerusalén, lo que eventualmente podría abrir otro foco de conflicto para Israel si es que aumentan en número e intensidad.

Por último, cabe preguntarse ¿Por qué los medios y los Estados occidentales condenan rápidamente la respuesta de grupos armados de la resistencia palestina, pero los ataques de Israel generan una división en la opinión pública internacional? Esto deja en manifiesto la influencia de la agenda norteamericana en las declaraciones de los gobiernos y la opinión pública de los países occidentales. Pues, no se puede explicar que la condena no sea tajante si se considera la violencia sistemática que ejerce Israel sobre los habitantes nativos de esos territorios y de las legislaciones internacionales al respecto.

En la actualidad, el conflicto presenta dos posiciones irreconciliables a causa de las políticas de apartheid y anexiones de Israel hacia Palestina.

La operación Diluvio de Al-Aqsa es una expresión de un pueblo oprimido, sin poder ejercer su derecho a la autodeterminación. Y también una consecuencia de la violencia sistemática e infundada que ejerce el Estado de Israel sobre los territorios palestinos que mantiene ocupados.

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