Ϯ Renca. 20 de Octubre del 2019.

Yoshua Osorio tenía 17 años y vivía en la Villa Miraflores, en el pasaje Pilcomayo, a 4 cuadras de la bodega Kayser. Cursaba segundo medio en el colegio Industrial Benjamín Dávila Larraín, vivía junto a su madre, sus dos hermanas, su yerno y los hijos de sus hermanas. Le gustaba andar en skate y era futbolista.

El domingo 20 de Octubre del 2019, tras el inicio de la protesta social, la bodega de la empresa de ropa interior Kayser, ubicada en la avenida Miraflores con La Rambla, Renca se vio afectada por un masivo saqueo que habría comenzado a mediodía, y posteriormente en la tarde, un incendio comenzó cerca de las 15:00hrs. La noche anterior un supermercado Lider contiguo había sido saqueado desde la noche del sábado. A las 15:16 hrs bomberos recibió la alerta de incendio de la bodega Kayser, y demoraron cerca de 30 minutos en llegar.

Solange Arias madre de Yoshua, cuenta en diversos medios (entrevistas y reportajes) que ella volvía de trabajar de feriante, junto con su hija Nayareth, cuando pasaron cerca de la bodega Kayser y vieron el lugar lleno de gente mirando, entrando y saliendo, autos llegando y productos tirados en la calle. Al volver a su hogar se encontró con su otra hija, Nicole, su yerno Rodrigo y su hijo menor, Yoshua, quien la ayudó a llevar unas bolsas que traía del trabajo mientras le comentaba lo que sucedía con el incendio.

Momentos después Yoshua, Julián Peréz, amigo de la familia (quien también sería uno de los calcinados de Kayser) y Rodrigo irián en auto hacía la bodega. Al llegar al lugar no se habrían encontrado policías ni militares, por lo que no habrían tenido problema para entrar al recinto para mirar. Yoshua entró al segundo piso, entonces Rodrigo lo perdió de vista, inmediatamente le aviso a su pareja Nicole que Yoshua se había perdido. Nicole y Nayareth fueron corriendo hasta Kayser, Solange al principio se quedó cuidando a sus nietos pero ante la desesperación, los dejó con un vecino para ir en busca de su hijo. Al llegar al lugar, el fuego ya estaba descontrolado y una enorme nube de humo negro salía del edificio. Ella gritó el nombre de su hijo mientras intentaba ingresar, pero los bomberos le negaron el acceso. Solange continuo gritando, y cuenta que escucho a lo lejos a su hijo responderle: – ¡mamá!. Siguió intentando entrar a la fuerza pero se topó con las puertas del lugar cerradas. Cuenta que les gritaba a los bomberos que su hijo estaba dentro, que se apuraran, que se escuchaban gritos de personas desde el segundo piso, pero los bomberos no le hicieron caso, ni Carabineros, ni los militares que estaban en el lugar ayudaron. Según la fiscalía, los militares habrían llegado cerca de las 17:00 hrs, mientras que carabineros habrían llegado junto con bomberos pasadas las 15:40hrs.

Solange estuvo ahí toda la tarde, junto con vecinos y amigos continuó buscando a Yoshua, esperando alguna información de bomberos, pero esta no llegó. A las 18:00hrs llegó una vecina con la noticia que estaban informando en la TV de que habían encontrado 5 cuerpos dentro de la fábrica. Solange fue directamente a encarar a bomberos pero ellos negaron la información. A las 19:00hrs comenzaba a regir el toque de queda en toda la Región Metropolitana. Solange planeaba quedarse allí, pero Carabineros le advirtió que, de no irse, la llevarían detenida por infringir el toque de queda.

Cuenta que en el lugar estuvo PDI, el OS9, Labocar y acusa que no se hicieron los peritajes, no acordonaron, no funcionaron las cámaras, ni las alarmas de incendio. Al día siguiente, el sitio estaba abierto y era de fácil acceso.

El día lunes 21 Solange fue al SML para que le realizaran exámenes de ADN, pero la derivaron para el día martes. Los cuerpos encontrados habrían llegado al SML a las 11 de la noche del día domingo. Aquel día lunes 21 sin información concreta, Solange fue a buscar a su hijo a las comisarías de la zona para ver si estaba detenido, con el miedo de que podría estar siendo torturado. El día martes 22 de octubre finalmente se realizó las pruebas de ADN en el SML, donde les dijeron que los resultados se demorarían al menos 5 días. El domingo 27 de octubre le avisaron a Solange de que efectivamente, uno de los cuerpos pertenecía a su hijo. Al reconocer su cuerpo, cuenta que lo primero en que se fijo fue en la parte de abajo de su dentadura, pues ella y sus hijos la tienen igual, notó que a su hijo le faltaba un diente. También recibió la cadena de Yoshua, que estaba intacta a pesar de la acción del fuego. Su certificado de defunción indicaba que murió por asfixia, “intoxicación por gases de incendio”, con “niveles monóxido de carbono de entre el 28% al 67% en su organismo”. La autopsia habría sido realizada el 21 de Octubre.

El cuerpo de Yoshua Osorio, fue hallado en el segundo piso de la bodega Kayser, donde también se encontraron otros cuatro cuerpos que fueron identificados como: Manuel Muga Cardemil (59 años), Andrés Ponce (38 años), Luis Salas Martinez (47 años) y Julián Pérez Sánchez (51 años).

El 30 de octubre de 2019, la fiscalía Centro Norte citó a las familias de los 4 fallecidos que hasta ese momento habían sido identificados, para hablar con el fiscal regional Xavier Armendáriz; designado jefe de la investigación. Además, estuvo el fiscal José Morales y la Unidad de Víctimas.

En dicha reunión, les confirmaron la muerte por asfixia debido a la inhalación de humo, y aseguró que los órganos internos de los cadáveres se encuentran sin lesiones atribuibles a terceras personas, señalando que las lesiones óseas de las víctimas, correspondían a “fracturas térmicas por la alta temperatura a la que estuvieron expuestas”. También, el fiscal sugirió a las familias, no hablar con los medios de comunicación sobre el caso. En el quinto cuerpo -en ese momento un NN-, posteriormente identificado como Luis Salas Martinez, se encontró una «lesión balística reciente con proyectil único retenido en pie izquierdo, lesión que debió limitar el desplazamiento del afectado». Según la médica tanatóloga, Vivian Bustos, se habría producido entre 8 a 12 horas antes del deceso de la persona. Sin embargo, en la autopsia realizada a ese cuerpo no se documenta lo anteriormente expuesto.

Ese mismo día Xavier Armendáriz les informó a los familiares «Las cámaras desaparecieron con el incendio, desaparecieron, el master se quemó», las cámaras «desaparecieron por acción del fuego, se quemaron, se destruyeron». Sin embargo, la declaración de Reinaldo Marincovic (el guardia que estuvo ese día en la caseta de seguridad) ante el fiscal Morales fue que “él había guardado los videos de las cámaras”, pero que el gerente de operaciones, Juan Echeverría, se los habría llevado.

También se advirtió en el cuerpo de Yoshua, la presencia de tres orificios en el costado izquierdo a la altura del tórax. La Fiscalía señaló que estos se produjeron por el intenso calor y que no habrían incidido en el fallecimiento. Agregaron que la posición de los cuerpos cuando son calcinados es relativa y se ve afectada por una variedad de factores. Por su parte el Servicio Medico Legal expresó, respecto a los orificios de Yoshua, que no los investigó porque ¨no realiza pericias balísticas¨.

Pero si se realizó un metaperitaje, a pedido del abogado Lorenzo Morales, un segundo informe que complementa, da cuenta de algunos errores del peritaje hecho por el SML y que sirve como evidencia ante el Tribunal, fue realizado por el Equipo Chileno de Antropología Forense y Derechos Humanos (ECHAF). Los orificios se encontraban en la parrilla costal posterior derecha. “Entre las costillas número 10 y 11, que exponían una fractura doble a nivel de la costilla 10, la que muestra astillamiento y bordes irregulares por cara muscular externa siendo más regulares y con pérdida de segmentos¨

Funeral de Yoshua Osorio

Nayadeth, hermana de Yoshua, conversó con el forense Ravanal, experto que se desplegó para el trágico incendio de la cárcel de San Miguel y médico forense miembro de la World Association of Medical Law, quien explicó que “se supone que el SML no indaga en los orificios porque no hacen peritajes balísticos, entonces, ¿cómo saben ellos que son balas y no un fierro, si supuestamente no eran balas?”. El perito forense Luis Ravanal les dijo que “él no murió por asfixia, para morir por asfixia se necesita un 65% de monóxido, en los pulmones, y Yoshua tenía un 33%”. También comentó respecto a la autopsia del SML: «Describe, pero no analiza los orificios en la espalda, no envía muestras para estudio de residuos de pólvora o de disparo. ¿Cuál es el origen de los orificios en el tórax, que ni siquiera se miden? No se realiza ninguna descripción radiológica», y agrega «los cadáveres no deberían ser sepultados hasta que no se revisen los informes de autopsia». «Es atípico que exista un orificio con una fractura aislada sin que se afecten simultáneamente el resto de las costillas expuestas a las mismas condiciones de calor y fuego» añadió.

A estas irregularidades se le suma la sospechosa remoción forzada, el 25 de octubre de 2019, de la Jefa del Laboratorio Forense del SML Aleida Kulikoff, especialista en muertes por incendios, tras haber señalado que los «Cuerpos calcinados hallados tienen otra causa de muerte». Adicionalmente, se difundió por rrss un video registrado por Carabineros, donde funcionarios entran y recorren la bodega Kayser con la luz de una linterna. El lugar se presenta lleno de escombros y entre ellos van apareciendo los 5 cuerpos calcinados en diversas posiciones; uno boca abajo y otro boca arriba, con sus brazos extendidos. Dichas posturas se alejan diametralmente de la habitual posición fetal adoptadas por personas que perecen por asfixia en un incendio.

Teniendo a la vista todas las incongruencias y la falta de voluntad de investigar por la Fiscalia, la causa de muerte de Yoshua, su familia decidió exigir la exhumación del cuerpo y un segundo peritaje a lo que quedó de la bodega de Kayser, antes de que la estructura sea demolida. Lorenzo Morales, de la Defensoría Popular presentó un recurso de queja ante la Corte de Apelaciones, el que fue rechazado por esta.

“Como presentimiento de mamá, yo siento que a Yoshua lo mataron. Él no murió por el incendio. Cuando una persona se quema muere en posición fetal, pero todos los cuerpos estaban estirados”, cuenta Solange. Además, considera que los orificios no se deben al calor de las llamas, sino, a golpes u otra agresión.

Dos meses después Solange ha seguido indagando y aprendiendo del caso: «Tienen que entender que tenemos muchas preguntas, ¿por qué cinco personas se iban a meter a un lugar que se incendiaba?, ¿si el incendio comenzó en la parte de atrás, por qué las personas fueron encontradas en la parte de adelante?, ¿si estaban tan cerca de la escalera, por qué no la usaron, que los detuvo?, ¿por qué no se hicieron los peritajes correspondientes? Son muchas dudas que necesitan respuestas, y nosotros sólo pedimos verdad y justicia»

Para Nicole y Nayadeth, existen aún muchos puntos vacíos, por ejemplo, que a Yoshua le faltaba una pieza dental, y murió agarrado de un fierro. Es justamente por esto que pretenden hacer lo posible para cambiar el fiscal a cargo de la investigación, no sólo por su hermano, sino que en representación de todas las ‘familias de Kayser’. “Nosotros sabemos que para llegar a la verdad y tener justicia es como tener que matar a alguien, es muy difícil”, confirmaron.

Yoshua fue enterrado en el Cementerio Parque del Recuerdo de Huechuraba, donde su familia fue cada domingo a visitarlo hasta que comenzó la pandemia, la cual no les ha permitido ir a verlo. Dos meses después de su muerte, el 15 de diciembre de 2019, se reunieron más de 50 personas entre familiares, vecinos y amigos para conmemorar y recordar a Yoshua en la plaza ubicada frente a su colegio, se cantó ¨El derecho de vivir en paz¨ y tanto su madre como amigos dieron sentidos discursos. Aquella tarde la plaza antes llamada plaza Renca, fue rebautizada como Plaza Yoshua Osorio Arias, en la placa del memorial se lee: ¨En tu memoria exigimos verdad, justicia y castigo¨.

El caso judicial del incendio Kayser fue denunciado el 29 de abril de 2021, ante la Fiscalia de la Corte Penal Internacional de La Haya por -entre otras- la Comisión Chilena de Derechos Humanos, donde es citada como “casos de personas fallecidas por acción de agentes del Estado” (Pagina 35)

Para las familia de Yoshua Osorio, Manuel Muga y Andrés Ponce, tres de las víctimas, además de evidente la falta de voluntad para investigar de la Fiscalía, se sumó el hecho de que el abogado que contrataron, Lorenzo Morales dejó de contestarle a las tres familias, sin mediar explicación, después presentar la queja ante la Corte Suprema (que fue rechazada). Solange Arias declaró a interferencia: “No sabemos qué pasó con nuestro abogado. Lo llamamos, le mandamos correos y nada”. Lorenzo Morales tampoco respondió a los periodistas de interferencia ante estos cuestionamientos. Finalmente, las tres familias revocaron el patrocinio a Morales, contratando a una abogada.

Para Solange, tanto el abandono de su abogado como el proceso de investigación han resultado una completa decepción. “Hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para obtener justicia, pero no nos toman en cuenta”

A un año del incendio, en octubre de 2020, las familias y vecinos de Renca realizaron una jornada de movilizaciones por Verdad y Justicia para las cinco personas halladas en la Bodega Kayser. A casi dos años del incendio, junto a su actual abogada, Alejandra Arriaza, las familias continuan en la búsqueda de verdad y Justicia

Por RVF, Resistencia Visual y Capucha Informativa

Referencias

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