Ϯ Renca. 20 de Octubre 2019.

Julián Pérez, de 51 años, ciudadano peruano, vecino de Renca, vivía con su esposa Elena y dos de sus hijos. Él había llegado hace más de 20 años a trabajar al país como obrero de construcción, pero por problemas en su en la columna dejó el rubro, pues ya no podía correr ni agacharse. Su familia intento subsistir mediante la venta de e comida donde él ayudaba como chef, pero no tuvieron éxito y ambos se convirtieron en feriantes de productos peruanos en ferias libres de Renca.

El domingo 20 de Octubre del 2019, tras el inicio de la protesta social, la bodega de la empresa de ropa interior Kayser, ubicada en la avenida Miraflores con La Rambla, Renca se vio afectada por un masivo saqueo que habría comenzado a mediodía, y posteriormente en la tarde, un incendio comenzó cerca de las 15:00hrs. La noche anterior un supermercado Lider contiguo había sido saqueado desde la noche del sábado. A las 15:16 hrs bomberos recibió la alerta de incendio de la bodega Kayser, y demoraron cerca de 30 minutos en llegar.

La tarde del domingo 20 de Octubre Julián avisó a Elena, que iba saliendo para ayudar a Solange, madre de Yoshua Osorio. Sus familias eran conocidas, trabajaban en el mismo lugar y oficio, vendiendo en ferias libres de Renca. Esto fue lo último que supo Elena de Julián. Estaban en la feria de Miraflores, con los productos peruanos que llevaban para vender. Solange también estaba, y ya pasadas un par de horas, necesitaba llevar su carro de mercadería a su casa. Sabían de las protestas a unas cuadras más allá. Elena le dijo a Julián que fuera, que no se preocupara y que después se juntaban en la casa. Eran pasadas las dos y media de la tarde. Elena no tuvo más noticias de su esposo.

Su familia lo reportó como desaparecido. salió a buscarlo en las comisarías de Renca y centros médicos. No lo hallaron. Posteriormente fueron al SML, donde les tomaron muestras de ADN. A los pocos días les informaron que Julián fue hallado calcinado en la bodega Kayser. Acudieron a reconocer su cuerpo al SML. Julián se convertiría en el tercer peruano fallecido en el contexto de la protesta social, tras Agustín Coro Conde (por un disparo de un locatario), y Renzo Barbosa (encontrado dentro de un supermercado incendiado).

El cuerpo de Julian Pérez, fue hallado en el segundo piso de la bodega Kayser, donde también se encontraron otros cuatro cuerpos que fueron identificados como: Manuel Muga Cardemil (59 años), Andrés Ponce (38 años), Joshua Osorio (17 años) y Luis Salas Martinez (47 años).

El 30 de octubre de 2019, la fiscalía Centro Norte citó a las familias de los 4 fallecidos que hasta ese momento habían sido identificados, para hablar con el fiscal regional Xavier Armendáriz; designado jefe de la investigación. Además, estuvo el fiscal José Morales y la Unidad de Víctimas. En dicha reunión, les confirmaron la muerte por asfixia debido a la inhalación de humo, y aseguró que los órganos internos de los cadáveres se encuentran sin lesiones atribuibles a terceras personas, señalando que las lesiones óseas de las víctimas, correspondían a “fracturas térmicas por la alta temperatura a la que estuvieron expuestas”. También, el fiscal sugirió a las familias, no hablar con los medios de comunicación sobre el caso. En el quinto cuerpo -en ese momento un NN-, posteriormente identificado como Luis Salas Martinez, se encontró una «lesión balística reciente con proyectil único retenido en pie izquierdo, lesión que debió limitar el desplazamiento del afectado». Según la médica tanatóloga, Vivian Bustos, se habría producido entre 8 a 12 horas antes del deceso de la persona. Sin embargo, en la autopsia realizada a ese cuerpo no se documenta lo anteriormente expuesto.

Ese mismo día Xavier Armendáriz les informó a los familiares «Las cámaras desaparecieron con el incendio, desaparecieron, el master se quemó», las cámaras «desaparecieron por acción del fuego, se quemaron, se destruyeron». Sin embargo, la declaración de Reinaldo Marincovic (el guardia que estuvo ese día en la caseta de seguridad) ante el fiscal Morales fue que “él había guardado los videos de las cámaras”, pero que el gerente de operaciones, Juan Echeverría, se los habría llevado.

A estas irregularidades se le suma la sospechosa remoción forzada, el 25 de octubre de 2019, de la Jefa del Laboratorio Forense del SML Aleida Kulikoff, especialista en muertes por incendios, tras haber señalado que los «Cuerpos calcinados hallados tienen otra causa de muerte». Adicionalmente, se difundió por rrss un video registrado por Carabineros, donde funcionarios entran y recorren la bodega Kayser con la luz de una linterna. El lugar se presenta lleno de escombros y entre ellos van apareciendo los 5 cuerpos calcinados en diversas posiciones; uno boca abajo y otro boca arriba, con sus brazos extendidos. Dichas posturas se alejan diametralmente de la habitual posición fetal adoptadas por personas que perecen por asfixia en un incendio.

La hija de Julián, Wendy Peréz, quien vive en Perú en una entrevista a Chilevisión cuenta que cuando le entregaron la autopsia de su padre le dijeron que estaba saqueando. Ella desmiente esta versión “Lo que me dicen es que mi padre quiso ayudar a la madre de Yoshua, quien también murió calcinado. Mi padre no tenía necesidad de robar porque era una persona muy trabajadora¨,

Como familia tomaron la decisión de repatriar el cuerpo de Julián a Perú, a Chimbote Su hija, Wendy Pérez, dice que él quería descansar en su país. Comenta ¨No asimilo que mi papá se haya ido. Pienso que algún día va a regresar, todavía sigo pensando que está hospitalizado o detenido. Como no he visto el cuerpo, no lo creo, va una semana y no he podido ver a mi papá¨.

Veinte días después del deceso su cuerpo sería trasladado a su natal Perú, a la ciudad de Nuevo Chimbote, donde sería enterrado. Wendy agradeció a sus amigos chilenos y peruanos que hicieron bingos y polladas para recaudar los fondos para su repatriación. “Quiero que se haga justicia, hemos pedido a una persona importante, quiero que se sepa cuál fue la causa del incendio. La autopsia fue muy básica y con una segunda autopsia no iba a regresar a mi padre a la vida», demandó Wendy Pérez, quien junto a su hermano y su madre reclaman justicia.

El caso judicial del incendio Kayser fue denunciado el 29 de abril de 2021, ante la Fiscalia de la Corte Penal Internacional de La Haya por -entre otras- la Comisión Chilena de Derechos Humanos, donde es citada como “casos de personas fallecidas por acción de agentes del Estado” (Pagina 35)

A un año del incendio, en octubre de 2020, las familias y vecinos de Renca realizaron una jornada de movilizaciones por Verdad y Justicia para las cinco personas halladas en la Bodega Kayser. A casi dos años del incendio, no hay ningún avance en la investigación.

Por RVF, Resistencia Visual y Capucha Informativa

Referencias

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